Te llevamos de espera para cazar un jabalí de 120 kilos
Vive en primera persona gracias a las imágenes grabadas por los dispositivos de visión térmica y nocturna del cazador el abate de este impresionante jabalí.
El murciano David Pérez, de 40 años, ha tenido que esperar las dos décadas que lleva en la caza para abatir un animal de este tamaño y con un trofeo tan impresionante. Al enorme cochino le sobresalían 8 centímetros de colmillo de la mandíbula inferior. El macho no solo destaca por sus largas navajas, también lo hace por el grueso y por la longitud de las amoladeras.
David junto al gran jabalí abatido en espera.
El cazador ha logrado por fin cumplir su sueño de abatir un jabalí medallable
Después de dos décadas cazando jabalíes a la espera, el cazador ha tenido la fortuna de hacer realidad su anhelo. David vio por primera vez al jabalí hace un mes en una de las grabaciones de las cámaras que el cazador tiene ubicadas en el acotado en el que caza habitualmente, situado en la Sierra de Orihuela, para prevenir el furtivismo.
Tras esta primera visualización el cochino desapareció durante cuatro semanas. Hace unos días el esperista colocó un comedero en el coto para alimentar a la fauna silvestre. El lunes, al inspeccionar la zona vio las huellas de un ejemplar de gran tamaño. Inmediatamente pensó que se trataba del macho que había visto un mes antes.
Detalle de los colmillos y amoladeras del jabalí.
El jabalí estuvo a punto de atropellar al cazador
Un día más tarde trató de abatirlo. A las 19:30 horas el murciano ya estaba situado en el puesto. Tres horas más tarde entró en plaza una piara compuesta por quince ejemplares. El macho no se encontraba entre los animales del grupo. Solo 30 minutos después, la piara abandonó el lugar. A las 23:30 horas apareció el macareno en escena. El cazador lo localizó con un monocular térmico a 110 metros de su puesto.
Tras asegurarse que se trataba del cochino que buscaba, apretó el gatillo de su rifle semiautomático Remington 7400 del calibre 30-06 Springfield. Al recibir el impacto, el macho se dirigió hacia el lugar de ocultación del cazador para caer sin vida a 15 metros del puesto.
Javier Fernández
