Prismáticos: características exigibles en las distintas modalidades

Prismáticos: características exigibles en las distintas modalidades

Si estás pensando en comprar un prismático por primera vez o bien deseas cambiarlo porque el que tienes no te convence, seguramente te interesará este artículo. Trata sobre las características que el usuario debe conocer y valorar antes de adquirirlo.


Los prismáticos, binoculares o gemelos son el instrumento óptico que más se utiliza en el mundo en todo tipo de actividades, no solo en caza mayor. También los utilizan personas de todas las edades que no cazan en viajes y excursiones, en eventos deportivos y culturales tanto en exteriores como en interiores, en marina, en astronomía, en observaciones de flora y fauna a corta distancia, etc., por lo que la mayoría de los modelos que se comercializan no poseen todas las características de resistencia, campo de visión, impermeabilidad, tratamientos ópticos, etc. que necesita un cazador.

Como la oferta de binoculares es amplísima, lo mejor es adquirir un modelo recomendado para caza que esté fabricado por una empresa especializada.

Por tanto, lo primero que recomiendo que se debe tener en cuenta antes de comprar un prismático es que esté fabricado por una empresa conocida especializada en productos ópticos para caza (por ejemplo, Vanguard, Burris, Steiner, Leupold, Delta Optical, Zeiss, Swarovski, etc,) y que se trate de un modelo recomendado en sus páginas web para caza porque normalmente estas empresas también fabrican series de prismáticos para observadores de aves y otras actividades.

Procediendo así nos aseguramos que el prismático que compremos, independientemente de su P.V.P., tendrá un diseño y unas características mínimas adecuadas para, al menos, poder utilizarlo en una determinada modalidad de caza.

Y lo segundo, es pensar en qué lo vamos a utilizar más porque aún no existe ningún prismático (ni visor, por supuesto) que posea la potencia nocturna suficiente, los aumentos y el campo de visión necesarios para que se pueda usar satisfactoriamente en todas las modalidades que practicamos en nuestro país en el que cazamos de día y de noche.

Es importante tener en cuenta que el campo de visión disminuye cuando incrementamos los aumentos. Salvo que se trate de un modelo que proporciones un campo excepcionalmente grande, si no vamos a usar el prismático para cazar a rececho, no es buena idea que tenga más de 8x.

Diámetro de los objetivos

Es la medida expresada en milímetros del diámetro de las lentes de los objetivos. Es una medida importante porque cuanto más grande son los objetivos más cantidad de luz entra dentro del aparato.

Con objetivos de 24-32 mm se pueden realizar observaciones detalladas con luz diurna y en interiores bien iluminados. Si embargo, cuando la luz es escasa se necesita usar prismáticos con objetivos mayores.

Así, por ejemplo, los prismáticos que se utilizan para cazar al amanecer o al anochecer tienen que tener diámetros de objetivo de 42 a 50 mm y de 56 mm si se usan de noche, porque en caso contrario no veremos bien.

¿Y si me compro unos 8x56 no puedo usarlos en todas las modalidades? Por supuesto que sí, pero no sería práctico ni cómodo porque los objetivos grandes también incrementan el peso y volumen de los binoculares y si solo los vamos a usar de día, o incluso al amanecer o al anochecer, portaríamos un peso innecesario.

Este Swarovski NL Pure 10x42 podría utilizarse para cazar en rececho y en montería porque tiene un campo de 133 metros. No obstante, con 8x sería más útil en montería porque su campo es aún mayor: 159 m.

Aumento-campo de visión

Son dos conceptos distintos que, no obstante, están relacionados porque cuando se incrementa el aumento disminuye el campo de visión como se comprende fácilmente de las siguientes definiciones:

Se denomina aumento (o potencia) a la cantidad de veces que el observador ve más cerca (y por tanto más grande) el objeto observado.

La mayoría de los binoculares que utilizamos en caza tienen aumentos fijos y, como todo el mundo sabe, se nombran poniendo a continuación del número de aumentos el diámetro de los objetivos. Así un binocular de diez aumentos (10x) con objetivos de 50 mm es un 10x50; uno de 8x con objetivos de 42 un 8x42, etc.

Y el campo de visión, que puede ser lineal o angular, es la porción de terreno que se divisa a 1.000 metros o yardas. El lineal se expresa en metros o yardas (por ejemplo, 130 m a 1.000 metros). Y el angular se expresa en grados y suele venir indicado en la rueda de enfoque, junto al formato y otros datos que pueden referirse al tipo de lentes, a sus tratamientos, etc.

Pues bien, como en montería no es necesario (y a veces ni se puede porque lo impide la orografía) divisar de lejos a las reses y sí es deseable que el campo de visión sea lo más amplio posible, no es buena idea utilizar muchos aumentos.

Hasta finales del siglo XX se utilizaban bastante los prismáticos de 7x tipo porro, que, si eran de alta gama y poseían objetivos de 42 mm, proporcionaban amplios campos de visión y grandes pupilas de salida.

De izquierda a derecha prismáticos Zeiss Victory FL 8x56; 8x30 y 8x42. Como todos pertenecen a la misma serie y, por tanto, sus lentes y prismas poseen los mismos tratamientos, se puede afirmar que la potencia nocturna del 8x56 es superior y es con el que mejor se ve con poca luz.

Sin embargo, a medida que han pasado los años se han ido imponiendo los que poseen prismas en techo por las razones que se explica más adelante y los fabricantes han conseguido crear prismáticos de 8x e incluso modelos de alta gama de 8,5x y de 10x (Swaroski EL y NL Pure) que poseen campos que son similares e incluso mayores que los que tenían los antiguos de 7x, por lo que no se usan mucho. Actualmente, en montería los binoculares que más se usan tienen prismas en techo y 8x y con estos aumentos es recomendable que proporcionen como mínimo 120 metros de campo, mejor 130 ó más metros.

En rececho, sin embargo, se utilizan más los binoculares con primas en techo de 10 x o incluso más potentes siempre y cuando el usuario los pueda estabilizar porque a partir de 12x no todas las personas consiguen evitar que nuestro pulso provoque que la imagen tiemble. Con 10x y objetivos de 42 mm se deben utilizar prismáticos que proporcionen como mínimo más de 100 metros, mejor 120 m o más.

¿Y no existen binoculares que se puedan utilizar en ambas modalidades? Pues sí, pero son caros. Uno de los mejores y más modernos que conozco es el Swarovski NL Pure 10x42, citado anteriormente, porque tiene un campo de 133 metros, más que suficiente para que se pueda utilizar también en montería si estamos dispuestos a gastarnos 3.170 euros, que es su P.V.P recomendado. Además se fabrica en 8x42 y 12x42 y con estos aumentos el campo es de ¡159 y 113! metros a los 1.000, nada menos.

Fotos tomadas en las instalaciones de Zeiss. Las lentes, una vez terminadas, se someten a tratamientos multicapa (que Zeiss denomina tratamiento T*) para conseguir que la trasmisión de la luz sea máxima. Sin un tratamiento multicapa de buena calidad, la pérdida de luz por reflexión impediría que los prismáticos se pudieran utilizar con poca luz.

Pupila de salida (luminosidad)

Es un concepto óptico que normalmente no se usa bien porque a veces se confunde con la potencia nocturna.

Se refiere a la medida que determina la luminosidad o calidad teórica de la imagen que percibe el ojo. Se expresa en milímetros con la fórmula matemática: Diámetro del objetivo/Número de aumentos y, por tanto, cuanto más grande son los objetivos y menor es el número de aumentos, más luminoso es el prismático.

No tiene interés que sea superior a 7 porque la pupila humana, cuando está totalmente dilatada, llega a 7 mm.

Además, solo es útil para comparar aparatos de la misma calidad, ya que con dos prismáticos que posean una misma medida de pupila se puede ver de forma muy diferente si sus lentes y prismas poseen tratamientos diferentes.

Esquema de un binocular con primas en techo comparado con otro con prismas porro. Como estos últimos no están alineado, el binocular es más ancho.

Potencia nocturna o rendimiento crepuscular

Es el valor del rendimiento de un aparato óptico cuando hay poca luz. A mayor potencia nocturna, mejor vemos cuando hay poca luz.

Se expresa mediante la fórmula: Raíz cuadrada de los aumentos x diámetro del objetivo.

De esta fórmula se deduce que cuántos más aumentos tiene un binocular y más grandes son sus lentes del objetivo, mayor es su potencia nocturna. Sin embargo, esto no significa que con todas las marcas y modelos de prismáticos que tienen los mismos aumentos y objetivos se vea igual de bien (o de mal) de noche porque en la capacidad de ver mejor cuando hay poca luz también influye la pupila de salida y la transmisión de la luz, que es otro importante concepto óptico que veremos a continuación.

Sí es muy útil para comparar prismáticos (o visores) de una misma marca y serie que tengan diferentes aumentos o diámetro de objetivo. Así, por ejemplo, entre dos binoculares que tengan los mismos aumentos, pero objetivos de distinto tamaño, con el que tiene los objetivos más grandes veremos mejor con poca luz. Y si tienen aumentos diferentes pero objetivos iguales, veremos mejor con el más potente.

Binocular Swarovski con primas porro Habicht 7x42. Debido a su diseño tradicional, parece un modelo antiguo pero no lo es. Se fabrica actualmente.

Transmisión de la luz

Cuando la luz atraviesa las lentes y prismas de los aparatos no tratadas se produce una pérdida de luz por reflexión del orden del 40 por ciento y, por tanto, al ojo solo le llega el 60 por ciento de la luz que hay en el ambiente.

Pues bien, para evitar en parte esta pérdida de luz y conseguir que llegue al ojo la mayor cantidad de luz posible después de atravesar todas las lentes y prismas, las superficies de las lentes se tratan repetidas veces (tratamientos multicapa) con productos químicos que reducen notablemente la pérdida de luz debida a la reflexión y los brillos producidos por ésta.

Estos tratamientos si son completos y de buena calidad son muy caros e incrementan mucho el precio de los prismáticos, pero consiguen transmisiones totales superiores al 90-92 por ciento que es la trasmisión que ofrecen los binoculares más caros de gama alta de las mejores marcas, como Swarovski Optik o Zeiss, por ejemplo.

En los de gama media de marcas acreditadas se utilizan tratamientos multicapa más modestos que incrementan la transmisión de la luz hasta un 88 por ciento.

Y en los de bajo precio la transmisión de la luz es inferior aún, aunque a veces no lo parece porque los fabricantes suelen proporcionar (si es que lo facilitan en las instrucciones, que no siempre lo hacen) el dato de la transmisión de una lente, no la total, lo que suele confundir a los usuarios.

Conocer la transmisión total de la luz es especialmente importante si necesitamos utilizar el prismático con malas condiciones de luz porque si la transmisión es alta no necesitaremos usar objetivos de más de 50 mm para ver bien al amanecer y anochecer, mientras que si la trasmisión es baja no nos quedará más remedio que incrementar lo más posible la potencia nocturna utilizando objetivos de 56 que incrementan el peso y dificultan el manejo. Y aún así nunca veremos tan bien como con un modelo de alta gama con lentes del mismo diámetro porque nos llegará menos “cantidad” de luz a los ojos.

Y por supuesto, de noche con algo de luz de luna veremos mucho mejor utilizando modelos de alta gama con objetivos de 56 mm. He escrito “con algo de luz”, porque me consta que hay cazadores que piensan que con un prismático de alta gama 8x56 ó 10x56 que le ha costado un dineral va a poder ver en una noche sin luna y no es así. Si no hay algo luz no se ve absolutamente nada con ningún prismático de alta gama ni con ningún aparato óptico convencional, ya que funcionan con luz.

Zeiss ED Compact 8x32 y ED 10x42. Dos ejemplos de binoculares con prismas en techo como delata que los oculares están alineados con los objetivos.

Prismas. Tipos y material

Además de lentes los prismáticos poseen prismas que reflejan y colocan derecha la imagen que percibiremos con nuestros ojos.

Los prismas se fabrican de varios materiales y por supuesto cada fabricante los trata para, que al igual que las lentes, transmitan mejor la luz y mejore la calidad de imagen.

Se utilizan prismas de diversos materiales, pero los mejores resultados se consiguen actualmente utilizando los prismas BAK-4 de cristal de bario porque, todos los expertos coinciden en que si se tratan bien producen las imágenes de mejor calidad y por esta razón es el que se usa en los mejores binoculares.

Además, se utilizan prismas BAK-7 y SK15 que posee prestaciones intermedias entre el BAK-4 y el BAK-7.

Independientemente del material con el que estén hechos, pueden ser de dos tipos dependiendo de cómo estén situados en el interior de los tubos:

Porro. Los prismas se colocan desplazados en el interior del binocular de modo que cada ocular no queda alineado con su objetivo. Con esta disposición se consigue una mayor percepción de la profundidad de campo, es decir, una mayor sensación tridimensional del objeto y de los paisajes observados, así como un mayor campo de visión. Sin embargo y salvo excepciones, como los tubos no son rectos, los binoculares que los utilizan son más voluminosos que los que poseen prismas en techo.

Techo. Se montan superpuestos para que queden alineados los oculares con sus respectivos objetivos. Como consecuencia, se pueden fabricar prismáticos que son más estilizados y compactos que los de sistema porro que tienen el mismo número de aumentos y diámetro. Hoy día son los más populares y por tanto los tipos de prismáticos que más se fabrican, si bien los del tipo porro se siguen fabricando incluso en versión de alta gama. Por ejemplo, Swarovski comercializa la serie Habicht, que está formada por binoculares sistema porro de diversos formatos (8x30, 7x42 y 10x40) que conservan el aspecto tradicional pero poseen lentes y prismas con tratamientos modernos.

La transmisión y demás nociones de óptica que acabamos de ver son útiles para que podamos elegir los aumentos y objetivos y hacernos una idea de cómo vamos a ver con malas condiciones de luz, pero no es lo único que hay que conocer para poder adquirir unos buenos prismáticos de caza. Además, hay que considerar las siguientes características de diseño imprescindibles que debemos exigir a cualquier binocular, independientemente de su precio o modalidad de caza que practiquemos.

Los prismáticos de alta gama son los que consiguen mayores trasmisiones de luz y los más estancos, más ergonómicos, ligeros y resistentes, etc. Su único inconveniente es que son caros, pero es que es caro fabricarlos porque se utilizan materiales de primera calidad y pasan numerosos controles de calidad. La foto se corresponde con una sección de un Zeiss Victory 10x56.

Características imprescindibles

Como en caza es posible que alguna vez los tengamos que utilizar lloviendo o nevando o incluso en ambientes polvorientos, es importante que sean totalmente impermeables e incluso sumergibles (protección máxima IP67), resistente a los cambios de temperatura y que, además, las lentes exteriores posean tratamientos que repelan el agua y el polvo e impidan que se adhiera a las lentes el aceite, la sangre y las huellas dactilares, caso del Zeiss “LotuTec” o del “EXO Barrier” de Bushnell que, además de eficaces, ambas firmas los utilizan en modelos de todos los precios.

Independientemente del precio que tengan y de la modalidad, es imprescindible que los prismáticos de caza sean impermeables o por lo menos resistentes al agua.

Por supuesto, los prismáticos de alta gama son los que consiguen mayores trasmisiones de luz y los más estancos, más ergonómicos, ligeros y resistentes, etc. Incluso ofrecen prestaciones que no se necesitan para cazar, como por ejemplo distancias de enfoque muy cortas que, junto con su calidad de imagen, hace que personas como el que suscribe disfruten lo que no está escrito viendo en primer plano flores e insectos.

Gracias a empresas como Zeiss (LotuTec) y Bushnell (Exo Barrier), actualmente se pueden adquirir prismáticos de todos los precios de ambas marcas con las lentes exteriores tratadas para que repelan el agua y la suciedad.

Eso sí, son caros o muy caros. Sin embargo, por fortuna, prácticamente todas las marcas especializadas en caza comercializan también modelos de menor precio que, aunque sus prestaciones son inferiores y no están concebidos para usos extremos, son resistentes y se pueden utilizar de día si se eligen con objetivos de 42 mm o incluso al anochecer o al amanecer con objetivos más grandes.

Ahora bien, antes de adquirir un modelo de gama media o más económico de estas marcas es importante comprobar, leyendo sus especificaciones técnicas, que esté disponible con objetivos más grandes de 42 mm si pensamos utilizarlos con poca luz y, además, que posean las siguientes características que no deben faltar en ningún binocular de caza, independientemente de su precio.

  • Que, aunque no sea totalmente impermeable por lo menos sea resistente al agua y, a ser posible, que sus lentes exteriores posean tratamientos que repelan el agua y la suciedad.
  • Que el acabado de la rueda de enfoque y su tamaño permita utilizarlo con guantes.
  • Que proporcione el campo de visión adecuado, dependiendo de que lo vayamos a usar en montería o en rececho y que no sea muy pesado si lo vamos a usar en esta última modalidad.

Salvo que el prismático sea de alta gama, con poca luz conseguiremos mejores resultados con un modelo con lentes 50 o incluso de 56 mm, como el de la foto. Se trata de un Buhsnell Xtreme 8x56 que se proporciona con una cómoda correa y con tapas que de los objetivos diseñadas para que no se pierden.

Igualmente, conviene valorar la calidad de los accesorios con los que se suministran porque pueden darnos problemas. Especialmente hay que prestar atención a la correa para el cuello y a las tapas de los objetivos. La primera debe ser ancha y acolchada para que no nos cansemos de portarlos colgados del cuello y es deseable que las tapas entren a presión en los objetivos y queden firmemente enganchadas del chasis para que no se abran ni se desprendan y se pierdan mientras que los usamos sin darnos cuenta.

 

Texto y fotos: Juan Francisco París

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